Aquello no me gustaba. No me gustaba la forma en que cerraba los ojos, como si le doliera la simple mención de sus lazos; mas que disgusto, comprendí que lo que yo sentía era odio, odiaba cualquier cosa que le hiciera daño. La odiaba con ferocidad. Había llegado a la conclusión de que me odiaba a mi misma.
domingo, 22 de agosto de 2010
jueves, 19 de agosto de 2010
jueves, 12 de agosto de 2010
miércoles, 11 de agosto de 2010
martes, 10 de agosto de 2010
lunes, 9 de agosto de 2010
miércoles, 4 de agosto de 2010
Arranques.
Analicé rapidamente todas las posibilidades en mi mente;
Primera opción: Me había vuelto loca. Al menos esa es la palabra que se aplica a aquellos que oyen voces en sus cabezas.
Entraba dentro de lo posible.
Opción dos: Mi subconsciente me proporcionaba aquello que quería oir. Era la satisfacción de un deseo, es decir, un alivio momentaneo de la pena al aferrarme a la idea incorrecta de que a él le preocupaba que yo viviera o muriera. Una proyección de lo que el habría dicho si a)_ Estubiera aqui. b)_ Le afectara de alguna manera que me pasara algo malo.
Era probable...
Primera opción: Me había vuelto loca. Al menos esa es la palabra que se aplica a aquellos que oyen voces en sus cabezas.
Entraba dentro de lo posible.
Opción dos: Mi subconsciente me proporcionaba aquello que quería oir. Era la satisfacción de un deseo, es decir, un alivio momentaneo de la pena al aferrarme a la idea incorrecta de que a él le preocupaba que yo viviera o muriera. Una proyección de lo que el habría dicho si a)_ Estubiera aqui. b)_ Le afectara de alguna manera que me pasara algo malo.
Era probable...
No me permitía casi nunca pensar en el, e intentaba mostrarme estricta a ese respecto. Era humana, y a veces fallaba, desde luego, pero habia mejorado tanto que en aquel momento ya podía eludir la pena varios días, pero la consecuencia era ese atudimiento infinito. Entre la pena y la nada, había decidido escoger la nada-
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